Hace poco Bastian, Chileno de 25 años de edad que estuvo viviendo en Australia por 11 meses, compartió en un grupo una reflexión que a la vez cuenta un poco de su experiencia en Australia.
Su punto de vista me pareció muy interesante, por lo que pedí su autorización para compartirla con ustedes, ya que me parece importante que las personas que tienen planes de viajar tengan también en cuenta que aunque hay muchas personas a las que les va bien en Australia y quieren quedarse acá a pesar de que no todo es color de rosa (como yo), hay muchos otros que se dan cuenta que tienen otras prioridades en la vida, a los que Australia no los hace feliz, que piensan que Australia es solo un negocio o a quienes simplemente no todo les sale como lo esperaban y se devuelven a sus países de origen.
La decisión de quedarse en Australia por mucho tiempo, extender visa y buscar la opción de una residencia es tan válida como la opción de volver a tu país de origen y seguir con tu vida junto a tu familia o buscar otros destinos. Australia es un país que trae muchas alegrías pero también está lleno de momentos difíciles (de esto ya les había hablado antes).
Yo no te puedo decir que a ti te va a ir bien o mal, pues esto no lo vas a saber hasta que lo vivas, hasta que estés acá y según tu propia experiencia tomes la decisión.
Comparto esto con ustedes porque aunque yo no quiero desanimar a nadie (yo personalmente vivo feliz acá), si quiero aconsejarles que tomen esta decisión de viajar muy conscientemente, pues es una inversión muy alta que ustedes o sus papás estarían haciendo.
Reflexión de Bastian sobre Estudiar en Australia
En estas fechas llega mucha gente a Melbourne (podríamos decir Australia en general), pero también mucha gente se devuelve a sus países. La migración es un buen negocio para Australia y son muy inteligentes, sobre todo las agencias de migración estudiantil. Muchos estudiantes, al ver que el trabajo es inestable y muy competitivo, junto con la casi imposible oportunidad de quedarse con una residencia, vuelven a sus países y !Australia lo hace otra vez!.
Es cosa de investigar y ver como se sostiene su economía, y las constantes variaciones ante adquirir los papeles de residencia que te permitan hacer una vida. Muchos se dejan endulzar el oído por las historias del pasado de los que llegaron hace 20 o 30 o 40 años en los tiempos que si se podía; pero que ya no, las cosas son diferentes ahora.
La verdad es que es uno de los mejores países para vivir en el mundo y eso ha sido detonante de entusiasmo para muchos jóvenes y familias que buscan un mejor vivir, muchos enviados por sus familias hipotecando sus casas y muchas historias más de por medio; pero muy pocos se logran quedar. Muchos llevan 5 a 8 años pero aún sin sus papeles de residencia; solo pegados a una visa de estudio, matándose e invirtiendo su vida por quedarse en un país lindo que a la final no te garantiza nada.
Para mi calidad de vida es estar con mi familia, es tener mi casa y trabajar en lo que me hace feliz. A veces entregar tu vida por algo incierto te puede pasar la cuenta.
Yo decidí volver a mi país por que descubrí que en la vida hay algo más importante que ver los hermosos edificios, las calles con carros lujosos y esas playas interminables, los bares y los restaurante; en mi vida peso más mi madre porque nadie sabe cuándo la vida se acaba y para andar llenando mis vacíos en bares bebiendo y haciendo amigos esporádicos prefiero quedarme en mi lugar y viajar por el mundo pero un mes al año.
Mi historia en Australia estuvo llena de hermosos momentos de sufrimiento y grandes aventuras, lugares únicos y grandes ejemplos de vida, pero el abuso de mis propios compatriotas es pan de cada día, te pagan menos de lo legal. Si no tienes un título o si no tienes recursos económicos puedes publicar mil veces auxilio y aquí nadie te oirá, todos te dicen anda pero cuando llegas estás solo, nadie cuenta la verdad, hoy ya no es lo mismo…
Yo cuento la historia de los que trabajan en Uber Eats, de los que trabajan haciendo aseo a los colombianos que tiene la mafia, o con los chilenos en la construcción, los asiáticos en los restaurantes o los Hindús en los medios de trasporte.
Este es un mensaje para esos soñadores que llegan a un país sin saber nada y espero que ustedes se preparen bien. Lo fundamental es el idioma para poder sobrevivir, todas las historias son diferentes y a muchos les tocan cosas mejores, como se dice hay que ser muy patero, aquí no sirve el que no pide, guagua que no llora no mamá, ¡aquí tienes que dar tu vida por el objetivo!
Les deseo mucho éxito a todos los que emprenden su aventura.