Compartiendo experiencias en Australia #10: Australia a los 24

Australia a los 24

Escribir para el público no es fácil, pero aquí voy. Me llamo Lina y llevo un poquito más de tres años en Australia. Migrar no es tarea fácil para nadie y muchísimo menos para los que tenemos como proyecto de vida establecernos aquí.

Hablo con sentido de propiedad de este país en particular porque es donde me han tocado las duras y las maduras. Como dicen varios compatriotas, “Australia no es pa´ muchos sino pa´ machos” y sí que es cierta esa frase.

Para no hacer la historia tan larga les cuento rápidamente. Decidí darme un chance de conocer más el país, pero eso fue sinónimo de renunciar, y digo renunciar porque literalmente eso fue lo que pasó con mi carrera como Ingeniera Ambiental de la Universidad Nacional o ¨La Nacho¨ cómo le decimos muchos y con los 20 años de vida construida en Colombia; a cambió fue darle la oportunidad a nuevas amistades, experiencias buenas y no buenas que me alimentaron el alma y el corazón en todos los sentidos.

Duré tres años haciendo lo que la mayoría de los colombianos y/o latinos hacemos, limpiando, o en nuestro Spanglish, ¨cleaneando¨. Debo decir que jamás en la vida me imaginé que iba a limpiar tantos baños, ni muchísimo menos que iba a terminar haciendo ese trabajo por tanto tiempo, porque para mi fue muchísimo. Me aterra pensar que a este punto ustedes los lectores ya se están aburriendo, pero para que esta historia tenga coherencia, orden y sentido tengo que decirles en los siguientes renglones que estudié seis meses inglés en UQ, donde aprendí muchísimo y si tuviera que volver a estudiar inglés, volvería allá porque por la educación de calidad vale la pena pagar. Siguiendo el hilo, duré otros seis meses estudiando inglés en una escuela de garaje, como llamaría yo, donde no aprendí ni &%$=!, pero valió la pena porque tuve todo ese tiempo para pensar y decidir si me iba o me quedaba.

Afortunadamente, siempre tuve mi objetivo claro que era estudiar y, no era sólo inglés, quería algo que me gustara y que claramente me sirviera en la verraca vida; fue por eso que terminé matriculada en el TAFE y terminé mi curso de ¨Associate Degree in Civil Engineering¨. Obviamente para muchos y, claro está para mí también, nada supera la universidad, pero teniendo en cuenta las condiciones de estudiante internacional en las que estaba, pagar 15.000 dólares por semestre era tan imposible de alcanzar como las estrellas en el firmamento. Tenía que pensar y elegir de acuerdo con mi situación económica y migratoria, y en diciembre del 2017 terminé mi curso.

Buscar trabajo en mi industria siempre me robó el sueño y la tranquilidad; los nervios en cada entrevista al igual que el corazón iban tan rápido como Usain Bold en la pista atlética. Finalmente, a principios de este año, la llamada esperada y tenebrosa llegó, ¨Hi Lina, we´re pleased to advice you that your application for the XXX position has been succesful¨. Por razones de seguridad, no revelo ni el nombre de la compañía donde trabajo ni mi posición. No me mal entiendan, pero con ese tipo de cosas hay que ser cuidadosos, somos una sociedad enferma y por más compatriotas que seamos siempre se debe tener un poco de privacidad.

Llegar al punto en el que estoy me llevó tiempo, lágrimas y muchísimo sacrificio y mi intención con este artículo es contar mi historia de vida (de forma muy resumida para no aburrirlos claramente) y darles a conocer a todos, que sin importar lo que estudien o lo que hagan para ganarse la vida, los sueños se pueden hacer realidad, si y solo si, (y tengan la siguiente frase en cuenta, muy en cuenta) si tienen el objetivo claro y saben ya A QUÉ VINIERON. La clave está ahí, y lo bacano (como se escriba) de todo este proceso es poder mirar para atrás después de todo ese recorrido, y evaluar si en todo ese tiempo usted ha cumplido sus sueños o si el tiempo ha sido en vano.

Antes de irme, agradezco a Andrea no solamente por haber compartido mi felicidad sobre mi nuevo trabajo y/o peldaño en está escalera tan larga, sino también por haberme invitado a compartir mi historia de vida en su blog. Sinceramente, yo espero que al menos si no les gusta lo que escribí, al menos les sirva para motivarse, porque en Australia, ¡también hay oportunidades para nosotros los latinos y todos los que tengan hambre y verraquera de venir a devorarse el mundo!

Comentarios
¿Te pareció útil o te gustó el artículo?